El mantenimiento preventivo es el que está destinado a conservar los equipos en condiciones óptimas mediante revisiones y reparaciones. Este mantenimiento se realiza a equipos en condiciones de funcionamiento, lo contrario al mantenimiento correctivo que repara aquellos equipos que dejaron de funcionar.
Este mantenimiento es importante para la detección de fallas antes de que estas se presenten y lleguen a afectar los equipos ocasionando malas impresiones, desperdicio de material de impresión o inclusive paros en líneas de producción que pudieran hacer incurrir en elevados costos.
Se caracteriza por realizarse en un determinado tiempo. En su gran mayoría los mantenimientos preventivos caen en esta división.
Sucede cuando se detecta, generalmente en un mantenimiento programado, la posible falla a corto tiempo de alguna pieza del equipo. Y se informa al cliente para programar la reparación.
En ocasiones suceden paros programados en las líneas de producción. Es común que los clientes busquen aprovechar estos momentos para ajustar los mantenimientos preventivos y que coincidan con estos periodos en que no se está utilizando el equipo.
La frecuencia de un mantenimiento preventivo depende de diversos factores. Uno de ellos es el ambiente en donde trabaja el equipo, si es un lugar limpio como una oficina el mantenimiento pudiera ser menos frecuente en comparación con el de un equipo que se encuentra en planta donde hay elementos ambientales agresivos. Otro factor es la intensidad de uso que se le de al equipo, y el trato que le de el usuario.